Al otro lado de la luna

Al otro lado de la luna

domingo, 11 de diciembre de 2011

Capitulo 4 "A pocos kilometros de tí"




Capitulo 4 “Volver a verte”

—Si… soy yo… ¿Quién habla? —deseando obtener la respuesta esperada.
—¿Te has olvidado de mi voz? —dijo con el tono característico solamente de él. Esa forma de decir las cosas que me hacía temblar. —Soy yo, Julian.
Guardé silencio unos segundos. No sabía cómo responderle, hubiese deseado que estuviera frente a mí para decirle todo lo que necesitaba, decirle cuánto lo había extrañado, cuánto esperé ese momento… sin embargo no sabía cómo reaccionaría, así que intenté platicar con él disimulando todo lo que estaba sintiendo en ese momento.
—Vaya… Cuánto tiempo Julian… ¿Cómo has estado? ¿Que ha sido de tu vida?
—¿Qué ha sido de mi vida? Tantas cosas Camille… se ha transformado por completo, ya no es la misma, pero la sigo amando cómo cada día… trato de disfrutarla hasta en los peores momentos.
—Lo sé, siempre has sido así y me alegra que a pesar del paso del tiempo no cambies, sigas siendo la misma persona entusiasta y alegre, inteligente y feliz como lo eras antes…
—Gracias. Qué bien que conserves un buen recuerdo mío. ¿A ti cómo te ha ido? ¿Qué me cuentas?
 En ese momento hubiese deseado decirle que mi vida sin él no era la misma. Que me hacía falta, pero aún no llegaba el momento de hacerlo, aún no…
—Pues… verás… mi vida sigue siendo la misma. Voy a la universidad, y afortunadamente voy muy bien. Hay días en los que siento que algo me hace falta, pero trato de superarlo, y aquí sigo, esperando algo que sé que tal vez nunca llegará.
—¿Y qué es lo que esperas?
—Que tú regreses. La verdad es que… te extraño Julian. No hay día en el que deje de pensar en ti, en tus abrazos, tus besos, las sonrisas que provocabas en mí, mi corazón latiendo… No te he olvidado Julian, aún sigues en mis recuerdos y mi corazón aún te espera, aún espera volver a sentirte junto a él, abrazándome… aún recuerda aquellos días en los que fuimos felices juntos, en los que yo te amé y tu me amaste… esos días que ya no volverán…
Algunas lágrimas rodaron por mi rostro. Realmente estaba sintiendo con el corazón todo aquello que había mencionado. Y es que hay personas que nunca logras olvidar, todo en la vida puede cambiar radicalmente pero siempre habrá una persona que nunca logre salir de ella simplemente por lo especial que fue, es y seguirá siendo hasta el final de los días.

……………………..
Escuchando cada una de esas palabras mi corazón comenzó a latir fuerte. No sabía si sonreír o llorar, sentía unas ganas enormes de abrazarla y tenerla justo en ese momento frente a mí. Tenía ganas de salir corriendo en ese momento y llegar a estrecharla entre mis brazos lo más fuerte que pudiera y nunca soltarla. Era raro. Yo ya no sentía eso hacía mucho tiempo. Recordaba algunas cosas que había vivido con ella, si. Pero de ahí a desear verla con todas mis fuerzas, hacía mucho que no lo sentía, pero escuchar su linda voz me hacía recordar lo mucho que ella significaba para mí.
—Vaya, no sé qué decirte Camille… Solo me gustaría retroceder el tiempo y volver a vivir todo aquello a tu lado, pero es difícil. Las cosas pasan de alguna forma para algo… si tú y yo en estos momentos estamos separados y lejos el uno del otro es porque así tiene que ser. ¿Para qué? Eso sí no lo sé, eso solo el tiempo mismo lo puede decir, o, ¿No?
—Así es Julian… solamente que hay veces en las que me ganan los sentimientos y me vuelvo más vulnerable que nunca.
Sentí una ternura enorme. Escuchar a Camille y su voz tierna, siempre sincera, me hacía recordar por qué me había enamorado de ella. Pero mi vida ya no era la misma. Estábamos separados y cada quién había tomado un camino distinto. Yo tenía a alguien con quien compartir mi vida, mi tiempo y mi espacio, alguien quién estaba allí conmigo cuando más la necesitaba, que me daba su amor sin pedirme nada a cambio, y que me necesitaba a mí también… dejarme llevar por los sentimientos pudiese haber logrado romper con todo aquello que ya había logrado en esos dos años.
—Lo sé Camille… a veces también lo he sentido…
Nos quedamos callados los dos al mismo tiempo. Podría ser que ella estuviese esperando que le dijera algo más, algo de lo que esperaba escuchar, pero en ese momento no estaba segura de que era lo que quería o debía decirle realmente, así que regresé a mi primer motivo de llamarle.
—¿Sabes? Mi abuelo está muy enfermo. No sé si recuerdes pero, lo quiero mucho, es como mi segundo padre, una de las personas a las que más quiero en la vida, no sé qué haría si es que algo le pasa…
—Lo siento mucho Julian, sé lo que es para ti e imagino lo que debes estar sintiendo. Pero no te sientas mal, vas a ver que tu abuelo estará bien…
—¡Pero estoy lejos! ¡Ni siquiera puedo verlo! —respondí verdaderamente estresado.
—Tranquilo Julian, ¿No siempre me decías que para todo había solución?
—Lo sé Camille… simplemente a veces me siento tan impotente…
—Pues no debes de hacerlo, tu abuelo desde lejos sabe que estás con él en todo momento, y no hay porqué estresarse ni desesperarse, la solución puede llegar solamente si tienes la mente limpia para hacerlo, pero no te desesperes…
En ese momento me quedé pensando acerca de si debía decirle o no que iría a México a ver a mi abuelo, pero decidí no hacerle falsas ilusiones de algo de lo que no estaba completamente seguro, así que pensé en decírselo cuando estuviera allá para que al menos pudiésemos vernos alguna vez, platicar y verla de nuevo… no sabía cómo me sentiría en ese momento.
—Gracias Camille… no sabes cuánto te agradezco que me hayas contestado. Necesitaba hablar con alguien y sabía que la persona ideal eras tú. Pronto nos hablamos ¿Está bien?
—Si Julian... gracias a ti por llamarme… bonita noche.
—Igualmente… nos vemos pronto.
Colgué el teléfono y me quedé pensativo durante mucho tiempo… no supe a qué hora logré conciliar el sueño. Me sentía muy confundido. Era la sensación de elegir entre mi presente y revivir mi pasado, un pasado al que amé mucho en su tiempo, pero que ahora tendría que compartir crédito con mi presente el que también era hermosamente especial.
………………..
Era increíble… unos cuantos minutos y había revivido dos años. Escuchar su voz de nuevo después de tanto tiempo era demasiado impresionante para mí, aunque no fuera lo que esperaba después de dos años de no saber de él. Lo sentí frio y distante de lo que habíamos vivido juntos. Al parecer yo ahora era solamente un bonito recuerdo, alguien en quien confiar y nada más… y eso me causaba mucha tristeza.
Al otro día desperté con un sentimiento que no reconocía. Tal vez hubiese preferido que todo fuese un sueño y nada más… pero no. Y lo peor de todo es que ahora estaba segura de que todo había terminado, no quedaba más del recuerdo de aquella promesa que teníamos él y yo, y ahora más que nunca estaba convencida de que mi vida tenía que seguir, y que si había recibido esa llamada precisamente ese día es porque algo me decía que mi vida debía de dejar de estar basada en recuerdos y llanto. Me esperaba algo más por vivir.
Desde ese día decidí que el recuerdo de Julian dejaría de ser un motivo de llanto y de deseos de regresar el tiempo. De ahora en adelante había decidido echarlo de mi vida. Lo que no sabía es que eso no se decide, y que muchas veces la vida te va mostrando cuál camino tomar.

…………………..

Mientras preparaba mi equipaje para regresar a México me preguntaba qué era lo que me esperaba al llegar. Tenía dos años de no haber pisado mi país natal, de no ver a tanta gente que dejé allí. Y aunque solamente estaría durante dos semanas, sabía que ese viaje sería especial, no solo porque quizá era la última vez que veía a mi abuelo, sino porque tal vez era la última vez que pisaba ese suelo, mi objetivo era regresar a Suiza para quedarme el resto de mi vida.
Cuando estaba terminando de arreglar mis maletas llegó Jane al departamento y se quedó parada en la entrada de mi recamara viendo como estaba cerrando mis maletas. Las lagrimas estaban a punto de bajar por sus mejillas cuando alzé la cara y la miré tiernamente.
—¿Qué pasa amor?
—Siento como si no te fuera a volver a ver en toda mi vida…—respondió sollozando.
—Tranquila… solo me voy a ir dos semanas y ya estaré de regreso, no solo por dos años o tres, sino para siempre—dije mientras la abrazaba fuertemente.
—¿Estás seguro?
—Te lo prometo Jane… Tranquila, ¿sí?
—Está bien… cuídate mucho y no dejes de conectarte para saber cómo te va y cómo está tu abuelo.
—Gracias Jane… ¡Te amo!
Después de varias horas de vuelo llegué por fin a la Ciudad de México. Todo parecía muy diferente, extraño y confuso para mí, hasta que por fin vi a mis papás. Los abracé muy fuerte, tenía 2 meses de no verlos pues era la última vez que me habían visitado. Llegamos a mi casa y entré a mi cuarto a observar que todas las cosas estaban casi de la misma forma en cómo las había dejado.
Al buscar en todos los cajones me encontré con una caja de la que ya no recordaba que era lo que tenía. La abrí y vi que en su interior había cientos de papelitos, cartas, fotos, entre muchas otras cosas. Saqué una de las fotos… me quedé helado. Estábamos Camille y yo juntos, riéndonos felices, como si la vida nunca fuese a cambiar para nosotros… que días aquellos… la historia comenzó así…


Continuará...

5 comentarios:

  1. Qiero el proximo YAAAAAAAA :D



    Me encanta me encanta me encanta ! n.n

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  2. En serio amo como escribes, me encanta esta nove
    haces que uno se meta en la historia, y lo este viviendo...
    Sigue así(:

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  3. ya quiero leer el otro, espero que no c demore tanto como este para publicarlo

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  4. OMG! Es que ahora quiero que publiques ahora mismo!... De verdad esta capítulo me dejó con muchas ganas de maaaaaaas!! :D

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  5. Me encata como escribess!! desqe que lei monitor me encanto y esta esta muy linda tambien ya quiero leer el cap 5

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